El lujo de la artesanía

Hola! Nos acabamos de conocer, pues es esta la primera publicación en el blog de nuestra web y por eso me gustaría empezar contándote algo que, descubro día a día en mi trabajo: qué es el verdadero lujo.

Normalmente cuando hablamos de lujo nos referimos a productos, artículos y materiales caros. Solemos relacionarlo con servicios y consumo al que acceden pocos, por su alto valor económico. Parece estar fuera del alcance de la población en general.

De igual modo ocurre cuando nos referimos a la arquitectura de lujo: automáticamente vienen a nuestro pensamiento viviendas de grandes dimensiones, con espacios exteriores amplios y ajardinados, casas construidas con materiales exclusivos, con todo el confort que la tecnología proporciona hoy.

Sin embargo, aunque todo esto es verdad (es un auténtico lujo disfrutar de una casa en una calita recóndita de la costa, con amplios ventanales abiertos al mar, terrazas soleadas con piscinas infinitas y decoradas con un gusto exquisito); puede pasar desapercibido el auténtico lujo de una casa ajustada a nuestras necesidades y nuestras posibilidades, con espacios cómodos, bien pensados y estudiados, donde se aproveche al máximo el potencial que el lugar tiene.

Una casa que disfrute del exterior, del aire y la vegetación. Y no sólo a través de un patio.

¿No te parece esto en lujo en comparación con una vivienda reproducida en serie en la que un pasillo de 90 centímetros tiene puertas a cada lado que son habitaciones mínimas?

Y es que un buen proyecto diseñado a medida para tu casa, creada exclusivamente para ti, donde te sientas identificado, único; eso es un auténtico lujo. Como una pieza de artesanía, como una vasija de barro, que aunque un alfarero fabrique 10 unidades seguidas cada una de ellas con su perfecta irregularidad es única, exclusiva.

No hay ni habrá otra igual. Ese es el verdadero lujo: la exclusividad.


Tomaré para terminar estas palabras de un maestro de la arquitectura:


“me gusta hacer edificios que sirvan para los demás, como un servicio. Que haga felices a las personas, aunque dicho así quede un poco cursi…”

– Alberto Campo Baeza –


¡Que sirva este breve artículo de carta de presentación!